Abstract |
El modelo económico occidental promueve la satisfacción del ciudadano mediante el consumo de productos que circulan en un mercado global. El mercado de la tecnología es especialmente atractivo para los jóvenes, lo que implica cambios en sus hábitos y prácticas sociales. La globalización o la estandarización global del consumo, impulsada por el vertiginoso desarrollo tecnológico de la era digital, ha legitimado el acceso a la superoferta de productos tecnológicos de la comunicación masiva como ejercicio ciudadano, borrando discretamente los lazos afectivos de la tradición local, desterritorializando el capital cultural que derraman los nuevos medios de comunicación, del cual los jóvenes son su principal objetivo |