Abstract |
El Ecuador al igual que muchos países latinoamericanos, posee altos flujos migratorios hacia el exterior, los cuales han determinado cambios en los resultados económicos de las regiones. En los últimos años el comportamiento migratorio del país posee características migratorias cambiantes, que van desde la composición por género, que en la actualidad es más equitativa, hasta cambios en las regiones de origen y destinos de los emigrantes. Es así que en la última década el mayor flujo migratorio se origina en provincias de alta productividad como son Pichincha y Guayas, y el principal destino es España. Si bien es cierto, el mayor beneficio que generan fenómenos de esta naturaleza, es el ingreso de remesas a los países, el efecto de las mismas no ha superado el nivel estrictamente económico. En el Ecuador éste ha permitido mejores resultados en la Balanza de Pagos, y adicionalmente un incremento en los niveles de consumo de los habitantes, pero también ha significado una mayor dependencia de las regiones a este tipo de ingresos, que han dejado de lado el desarrollo productivo que deberían generar. Adicionalmente, los efectos sobre variables de gran importancia para el desarrollo socioeconómico de las naciones, como lo es la educación, no han sido los más alentadores. La provincia de Cañar es de las provincias ecuatorianas que mayor historial migratorio posee, adicionalmente la de mayor porcentaje de emigrantes respecto a su población total, y el flujo de remesas que ellos generan representa cerca del 70% del Valor agregado Bruto no petrolero. Pero estas características no han permitido un desarrollo educativo importante en la región, tal y como lo revelan los altos porcentajes de deserción y no promoción escolar registrados en la provincia. Estos elementos, más los encontrado en la Encuesta de Condiciones de Vida del Ecuador 2006, evidencian el bajo interés de seguir adquiriendo años de escolaridad debido al alto costo de oportunidad que representa no viajar a una nación en donde, el emigrante aún de poseer bajos niveles educativos recibe ingresos superiores a los que en iguales circunstancias recibiría en el país de origen. Adicionalmente a lo expuesto, es conveniente señalar que el sistema educativo ecuatoriano y su baja inversión han determinado bajos incentivos a continuar los estudios. |