El presente trabajo es una evaluación de impacto de un proyecto piloto de banca móvil impulsado por el gobierno mexicano
en un contexto que representa un reto para la inclusión financiera en México y América Latina: comunidades rurales menores
a 2,500 habitantes sin acceso previo a servicios bancarios ni de telecomunicaciones. Se utilizó la metodología Propensity
Score Matching para medir el impacto de la banca móvil en diversos rubros del gasto de los hogares (por ejemplo en
educación, transporte, energía, comunicaciones, etc.). Los resultados muestran que la banca móvil tiene un impacto favorable
en la reducción del gasto en comunicaciones y transporte público de las familias; los principales beneficios en términos de
gasto surgen de la reducción de los traslados de las personas. También, se muestra evidencia indicativa de que buena parte de
los recursos optimizados por la reducción del gasto se trasladan al ahorro en las cuentas bancarias de los beneficiarios.
Asimismo, los resultados generan importantes lecciones a considerar para la optimización del impacto de la banca móvil en la
reducción del gasto. Finalmente, el estudio del caso deriva en el análisis de opciones de políticas públicas de banca móvil
para atender comunidades no provistas de servicios financieros o de telecomunicaciones por parte del sector privado.