Abstract |
El despliegue de las actividades rituales, en el contexto de la fiesta de los yoremes (o mayos) del norte de Sinaloa, nos permite acercarnos al valor simbólico de los alimentos en su horizonte mítico-ritual y, más en general, en su sistema religioso, además de vislumbrar su manera de conceptualizar no sólo la comida, sino también la forma de obtenerla. Aunque esto ocurre específicamente en la ramada, donde los alimentos son representados, existe una importante conexión entre este lugar y las casitas-cocinitas, el conjunto en que son cocinados. Sin embargo, la distinción ritual entre un espacio “domesticado”, y uno donde prevalece el ritmo de los ciclos naturales, no apunta hacia la institución de una separación entre el hombre y la naturaleza, entre el “pueblo” y el “monte”, sino, más bien, sugiere la complementariedad de ambas esferas. El quehacer de las casitas-cocinitas, por otro lado, evidencia el valor social de los alimentos en la fiesta yoreme, y la reciprocidad, que se genera a su alrededor, forja alianzas de gran valor tanto por su importancia a escala local como por su carácter de acto de resistencia cultural. |