En Medellín viven actualmente casi 600.000 personas jóvenes, esto corresponde a una cuarta parte del total de habitantes, por esta razón es habitual que se conviertan en objeto de estudio de diferentes campos; muchos de los estudios locales sobre juventud han estado ligados al contexto de violencia que ha atravesado la ciudad durante años. Sin embargo, paralelamente han surgido nuevas maneras de ver la juventud que, lejos de las concepciones tradicionales, reconocen en ella un actor clave para el desarrollo de la ciudad. El bono poblacional que constituyen actualmente los jóvenes representa para la ciudad una fuerza poderosa para transformar positivamente sus realidades, es por esto que este trabajo investigativo identifica manifestaciones de participación juvenil que permiten la incidencia política tanto desde escenarios tradicionales como no tradicionales. La cultura ha sido concebida como un escenario de demanda social y reacción política, especialmente entre las personas jóvenes, lo que se pretende establecer entonces es si en el marco de lo institucional, el consumo cultural representa para los jóvenes un medio para manifestarse políticamente o si por el contrario, es una forma de emplear su tiempo libre sin que ello represente la acción política.