Abstract |
Este trabajo analizará la relación entre la cohesión social y los hogares en México. El tema surgió a partir de lo establecido en la Ley General de Desarrollo Social (LGDS), artículo 36, referido a medir la pobreza de manera multidimensional, incluyendo el grado de cohesión social. Esta situación obligó al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) a trabajar sobre el tema, para lo cual se han utilizado indicadores de percepción de las redes sociales, construidos con base en la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogar (2008-2012). De acuerdo con la información disponible, se desprende que la familia/hogar está sometida a fuertes presiones sociales, dado lo cual la politica social no debe descanzar primordialmente en el accionar del hogar/familia. Diversos estudios etnográficos documentan el proceso de erosión del tejido social ante las amenazas que la pobreza y la inseguridad del empleo imponen, pues limitan la reciprocidad y las relaciones sociales horizontales, propias de los sistemas de ayuda mutua, y hay cada vez más evidencias de que la pobreza está acompañada de situaciones de aislamiento y mayor segregación social. Fallas en la reciprocidad social ocasionan o se asocian con una disminución de la interacción, situación que se ilustra con una mayor propensión hacia las familias nucleares en lugar de extensas. Sin embargo, esa manera de interpretar supone una lógica social más propia del homo econmicus y menos del homo socialis, dado que predomina un criterio de racionalidad esencialmente condicional y orientado al futuro. |