Uno de los principales problemas en el México actual es la corrupción. Este fenómeno se puede encontrar en todos los sectores, a todos los niveles y en todos los grados. Resulta preocupante, pues, que actos asociados a este comportamiento lleguen no solo a ser aceptados socialmente, sino también que resulte normal participar de manera cotidiana en ellos. La corrupción policial es definida como el acto de abuso de autoridad que cometen los policías, tomando ventaja de su posición y del poder que esta le otorga (Newburn, 1999). La Policía Federal en México, la cual forma parte de la Comisión Nacional de Seguridad, es la encargada de garantizar el orden y la paz pública en todo el país y se encuentra compuesta por seis Divisiones que cuentan con funciones distintas, pero complementarias entre sí. No obstante, no todas ellas tienen contacto directo con los ciudadanos, por lo cual, no únicamente es necesario revisar cuáles de ellas proyectan una imagen de desconfianza y corrupción a la ciudadanía, sino también, qué medidas podrían ser de utilidad para revertir estas tendencias. Por otra parte, resulta interesante revisar los casos de Hong Kong y Nueva York. Ambas son ciudades que tuvieron éxito en el combate a la corrupción, logrando resultados a muy corto plazo. La primera de ellas desarrolló estrategias para lograr disminuir éstos índices por medio de medidas de aplicación de ley, prevención y educación a la sociedad y; la segunda, por medio de estrategias que atacaban este mal desde el interior del Departamento de Policía. En el presente documento se pretende concluir que una manera de disminuir los niveles de corrupción en México, y, específicamente dentro de la Policía Federal, es prestando mayor atención en los elementos que son tomados en cuenta durante el reclutamiento de nuevos miembros; incrementando el período de capacitación de los mismos; detectar las Divisiones de la Policía Federal con mayores niveles de corrupción y definir estrategias para disminuir dichos niveles de forma diferenciada y focalizada; buscar ganar la confianza de la sociedad por medio de acciones donde se fomente la proximidad de la policía con los ciudadanos; realizar campañas publicitarias y de educación a la sociedad fomentando la denuncia; reforzar las acciones de la División de Asuntos Internos y de Inspectoría para castigar con severidad a los infractores del delito de corrupción; entre otras.