En esta ponencia se recurre al marco teórico tradicional del desarrollo
económico (Chenery y Syrquin, 1975) para analizar el modo en que algunos cambios
estructurales ligados al tamaño relativo y al sector de actividad en que se emplea la
fuerza de trabajo se relacionan con los niveles de desarrollo de las distintas regiones de
México en los años 2000 y 2010. Como principal resultado, se obtiene evidencia de que
las proporciones de población en edad laboral y de población ocupada fuera del sector
primario explican hasta un 85% de la variabilidad total de los niveles de desarrollo de
las 32 entidades federativas del país, y hasta un 71% en el caso de los municipios. Para
alcanzar este resultado, se utilizan técnicas de regresión lineal simple y múltiple
aplicadas tanto a los datos anuales como a los datos agrupados, encontrando también
que otras variables, como la proporción de población ocupada y de ocupados en el
sector servicios, sólo son relevantes cuando se tienen en cuenta como únicos factores
explicativos, perdiendo su significatividad al incluirlas en modelos multivariantes.
Finalmente, se identifica el patrón geográfico del proceso de desarrollo seguido por los
territorios que conforman la Federación Mexicana, lo que ayuda a explicar las
diferencias que se advierten entre regiones.