Se detecta un desequilibrio estructural entre el sistema educativo y el mercado de trabajo que provocó, entre otras cosas, la subutilización de una parte considerable de los recursos humanos del país y el deterioro del precio relativo de mercado de la enseñanza de nivel medio. Estos problemas no afectaron en la misma medida a los integrantes de todos los grupos sociales. Hay una correlación positiva entre la educación alcanzada y el grado de concentración del ingreso. Se anticipa finalmente que aquellas medidas que intenten corregir estos desequilibrios mediante una elevación de la eficiencia interna del sistema escolar, serán contraproducentes si no van acompañadas de un conjunto de políticas que alternen el comportamiento de la demanda agregada de recursos humanos en el sistema económico.