Abstract |
En El Salvador, considerado uno de los países más violentos del mundo donde, desde hace años, predominan los discursos represivos, la FAD desarrolla una estrategia de trabajo que defiende la educación como el instrumento más poderoso de transformación social. A través de la educación popular y de la apuesta decidida por la equidad y la igualdad real, el trabajo con niñas y mujeres adolescentes y jóvenes genera cambios personales y colectivos fundamentales para la construcción de una ciudadanía que, libre y responsablemente, puede desencadenar la transformación de la cultura de la violencia en una cultura de paz. En este artículo se describe un modelo de intervención anclado en la defensa de los Derechos Humanos y de la Igualdad que, a través de procesos de participación, organización social de base e incidencia política, está transformando realidades. |