El aumento de la población vieja ha generado y generará un cambio significativo en diferentes sectores, especialmente en el de la salud. Actualmente, Bogotá cuenta con 7´035,155 millones de habitantes, de los cuales el 9,5% tienen 60 años o más, el 57% son mujeres y el 8% son analfabetas. El envejecimiento es la disminución gradual de todas las funciones y durante la vejez, es donde se hace más evidente esta disminución haciendo a la persona mayor vulnerable, con mayor probabilidad de presentar enfermedades crónicas (como cardiovasculares y diabetes) y de realizar visitas al hospital (Zea y Tórres, 2007). Es importante resaltar, que es común que las personas mayores presenten múltiples problemas psicológicos comúnmente asociados a co-morbilidad con una enfermedad física (APA, 1998). Por esto su evaluación debe ser integral y multidimensional y no necesariamente orientada al problema (Fernández-Ballesteros, 2009). Para ello, es fundamental en esta población conocer cuáles son los desórdenes.