En Colombia, las Cajas de Compensación Familiar (CCF) nacen como administradoras del sistema
de subsidio familiar, definido en la legislación como un esquema de solidaridad entre empleadores y
trabajadores del sector público y privado, donde los empleadores aportan el 4% de la nómina salarial
para el pago de un subsidio monetario que se reparte entre trabajadores de bajos ingresos con
personas a cargo, tales como hijos o padres dependientes económicamente del trabajador.
Este sistema fue creado por iniciativa de diversas empresas siguiendo el modelo existente en Francia
y motivados por la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), especialmente en las zonas cercanas
a Medellín. En 1954 la ANDI crea de manera voluntaria la Caja de Compensación de Antioquia
(COMFAMA) como administradora de los regímenes de subsidio familiar de sus empresas asociadas.
En 1957 el gobierno transformó en obligatorio el esquema para empresas de más de 20 trabajadores
y más de $100.000 de capital en valores de la época, mediante el Decreto 118 de 1957.