En este trabajo se aplica un análisis estándar de incidencia fiscal para estimar el impacto de los impuestos directos, impuestos indirectos y subsidios, y gasto social (transferencias directas en efectivo y alimentos y transferencias en especie en educación y salud) sobre la desigualdad y la pobreza en Argentina, Bolivia, Brasil, México y Perú. La magnitud de la reducción de la desigualdad generada por los impuestos y transferencias directos es pequeña (2 puntos porcentuales en promedio) especialmente cuando se compara con aquella encontrada en Europa Occidental (15 puntos porcentuales en promedio). Lo que impide a Argentina, Bolivia y Brasil alcanzar niveles similares de reducción en la desigualdad no es la falta de ingresos fiscales sino el hecho que gastan menos en transferencias en efectivo-especialmente en transferencias que son progresivas en términos absolutos- como porcentaje del PIB. Los impuestos indirectos resultan en que los contribuidores netos al sistema fiscal empiezan a ocurrir en el cuarto, tercero y hasta el segundo decil en promedio, dependiendo del país. Cuando se suman las transferencias en especie en educación y salud, sin embargo, los seis deciles más pobres son recibidores netos. El impacto de las transferencias directas en la reducción de la desigualdad y la pobreza podría ser mayor si se incrementara el gasto en aquellas que son progresivas en términos absolutos, se redujeran las fugas hacia la población que no es pobre y se expandiera la cobertura de dichas transferencias para el grupo de pobres extremos.